Seguro que más de alguna vez has escuchado frases como;
“Si es así ahora cuando grande será peor”…
“No dejes que te conteste así”….
”Te manipula para conseguir todo lo que quiere”….
Estas frases y seguro muchas más son generalmente lo que se dice de los niños que son desafiantes, que tiene una conducta oposicionista frente a la autoridad, ya sea madre, padre o profesor del colegio. Inclusive también puede ser cualquier persona que para ellos supongan una autoridad.
El Desafiar la autoridad lleva consigo varios sentimientos negativos hacia uno mismo, lo que los lleva a querer discutir y enfrentarse a cualquiera que les diga o les proporcione alguna regla que seguir.
Cuando los niños no se sienten completamente seguros y validados en su personalidad por los demás, muchos llegan a responder con este tipo de actitudes.
Esto por supuesto también es validado por los adultos quienes le siguen diciendo al niño que es malo o que es desobediente o que nunca nadie lo va a querer, si es que sigue comportándose así.
Cuando el niño que se comporta de forma desobediente o que tiende a responderle al profesor siempre por cada cosa que le pide, significa que necesita enfrentarse con alguien para botar su rabia o sentimientos de inadecuación a la situación familiar y/o escolar que esta viviendo. Entonces cuando se enfrenta con alguien que es autoridad puede botar esa irá que siente y el entrar en una discusión lo hace sentir fuerte y capaz de solucionar sus problemas.
Debemos entender que esta forma de canalizar su rabia y tristeza que esta en lo profundo de su sufrimiento, es una forma inadecuada de canalizar sus emociones y mientras más el adulto responsable del niño le sigua afirmando que es desobediente o que nadie lo va a querer si es así, el niño más se aferra a esta forma inadecuada de canalizar sus emociones.
En este sentido lo que genera aprendizaje y tendencia a cambiar y/o crecer en los niños tiene relación con 3 pasos que puedes seguir:
Siempre las conductas de los niños tienen un origen y se generan por alguna razón, nunca pero nunca es por que el niño es malo o por que simplemente es así. Siempre hay una razón, si nosotros como padres no somos capaces de identificar que les pasa, significa que estamos demasiado lejos y desconectados de nuestros hijos. Intenta pensar que ha cambiado últimamente en su vida que lo puede tener alterado.
Si ya encontraste la razón o el origen de su comportamiento desafiante, entonces es la hora de darle espacio a lo que siente, sin juzgarlo, sin criticarlo.
Si es que se siente rabia por algo que esta pasando dentro del núcleo familiar, hay que aceptar su sentimiento. No hay nada de malo que los niños y los adultos tengamos emociones negativas, lo que si se debe hacer es encontrar la forma de canalizarlas de forma adecuada.
Si ya sabes el origen de su conducta y lograste aceptar su emoción y ayudarlo a canalizarla, es hora de que busquen alguna ayuda profesional.
Si es que no han podido arreglar la situación o si es que para ti como padre o madre es difícil lidiar con este tipo de cosas.
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