¿Cómo manejar el estrés de fin de año?

Hemos tenido un año 2021 muy movido, año de muchos cambios a nivel sociocultural en nuestro país, a nivel global también toda la humanidad ha estado bajo la presión desde hace dos años aproximadamente con una pandemia global que ha puesto a prueba nuestra paciencia. 


Ha sacado a relucir miedos, como el de enfermar, la preocupación por nuestros seres queridos, la inestabilidad laboral e incertidumbre, e incluso muchas veces tener que aislarnos por fuerza mayor (cuarentenas) etc.  Si a todas estas situaciones, agregamos el condimento que significa terminar un año, ¡¡uff!! ¡¡Paren el mundo que me quiero bajar!!

Es la época de los compromisos familiares y sociales a por montón, las licenciaturas de colegios, jardines infantiles, preparación de los jóvenes en sus pruebas de admisión universitaria, los trabajos cerrando ciclos y proyectos, más los preparativos de fiestas de navidad y año nuevo. Estamos todos/as/es, expuestos a niveles de estrés según nuestros diferentes roles y etapas evolutivas.

Pero ¿qué entendemos por estrés?

Lo podemos explicar fácilmente como: 

 

“Un conjunto de reacciones fisiológicas y psicológicas que experimenta el organismo cuando se lo somete a fuertes demandas”

 

¿Qué podemos hacer para vivir esta época con más tranquilidad y paz?

Organiza tus tiempos

Organizar nuestras horas de trabajo (o estudio), planificar la semana con los eventos más importantes, es decir priorizando actividades y distribuirlas de manera razonable, nos ayudará a utilizar el tiempo de manera eficiente y evitar el desgaste y generarnos falsas expectativas de querer hacerlo todo.

Identifica tu nivel de estrés

Chequéate corporalmente, toma un tiempo para ti y en un lugar tranquilo, cierra los ojos, respira calmada y profundamente, Pregúntale a tu cuerpo ¿cómo está?, siente las tensiones, los nudos y pesadeces que aparecen.
Cuando ya estés consciente de como está tu cuerpo reaccionando a la carga de fin de año, pon en marcha una estrategia para liberar toda esa tensión y energía, pero desde el cuerpo, es decir, ponlo en marcha y movimiento, sal a trotar, haz yoga, baila, juega a las pilladas con tus hijos/as, a la pelota, sala caminar con tus mascotas, etc.
A todos nos sirven distintas estrategias para liberar esa energía almacenada en nuestro cuerpo, unos necesitan actividad más intensa y otros con un ejercicio moderado o ligero es suficiente.
¡Ayuda a tu cuerpo a nivelar su neuroquímica y liberar mucha endorfina! 

No dejes las cosas para última hora

Todos en el algún punto lo hacemos; estudiar para la prueba el día anterior, entregar el informe justo antes de, comprar los regalos de navidad el mismo día, comprar y organizar el año nuevo a ultima hora, etc.
Pero la verdad es que no es recomendable.
Esto es ponernos en una situación de sobrecarga innecesaria a nuestro sistema (físico, emocional, mental) y terminamos cometiendo errores innecesarios, desgastándonos y necesitando un tiempo de igual forma para reponernos.   

Pone límites (aprender a decir que NO)

En estas fechas es común que sintamos obligaciones sociales de todo tipo, especialmente con la familia, sin embargo, cuando nos sentimos resentidos o como si se estuvieran aprovechando de nosotros, es una clara señal de que no sabemos poner límites.
Muchas veces podemos sentir miedo a decir que no y terminamos haciendo cosas que en realidad no queríamos hacer, porque no queremos vernos “mezquinos” o “egoístas”. 
Esto es común, más aún si nos criaron en hogares con patrones codependientes (donde los límites no son claros o inexistentes).
Los límites son AMABLES, permiten que la gente sepa dónde estamos, qué aceptamos y qué necesitamos.
Por supuesto, configurarlos puede dar mucho miedo.
Especialmente si los estamos estableciendo con personas que toman los límites como abandono o egoísmo, esto es común con las personas que no tienen límites en sus propias vidas.

Deja espacio para disfrutar

Darnos tiempo para realizar actividades de ocio o de esparcimiento personal, aunque por poco tiempo, si es día a día, podría hacer una gran diferencia en como lidiamos con el estrés y nuestras obligaciones, por ejemplo, tomar un café con un amigo/a, hacer ejercicio, reír con amistades, hacer actividades ligadas al arte o la expresión artística, leer un buen libro o ver un capítulo de una serie, pueden ser buenas maneras de relajarnos y regular nuestro estrés.

Siempre debemos recordar, que el estrés prolongado (tóxico) tiene consecuencias negativas para nuestro organismo (cuerpo, mente, emoción). Chequearnos, cuidar y mantenernos sanos nos ayudará a terminar un ciclo repleto de desafíos con quienes queremos y amamos.

Escrito por:

Daniela Martinez

Psicóloga Infanto-Juvenil 

Antofagasta

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