Ser padres es una tarea difícil, estresante, pero a la vez encantadora, hermosa y que nos genera las sensaciones emocionales y corporales más placenteras en términos de bienestar emocional.
Muchos de nosotros en la edad adulta no nos damos cuenta de que cuando nos convertimos en padres, nos entregan el maravilloso poder de crear y formar a un ser humano.
Esta idea implica que, si lo hacemos bien, formaremos a una persona noble, respetuosa con su cuerpo, su mente y su bienestar, y al mismo tiempo responsable con los demás con sus relaciones afectivas y con el entorno en donde vive.
Por el otro lado, si es que lo hacemos mal, somos negligentes y estamos ausentes física y emocionalmente, estaremos creando una persona incapaz de ser empático con los demás, que probablemente pase a llevar a las personas con las que se rodea para conseguir su propio bienestar y sea completamente inconsciente del daño que provocan sus conductas.
Entonces lo primordial para que no nos quedemos en este polo extremo es que constantemente vayamos analizando nuestro actuar como padres, nuestro tiempo disponible emocionalmente y las actividades que hacemos juntos.
Puede ser muy útil preguntarles a otras personas como creen que es tu estilo parental, si es que debieses preocuparte más o no.
Si exploramos otras opciones y vamos a un polo más extremo, además de ser negligentes le hacemos daño como maltratarlo y no tomar en cuenta las necesidades de su desarrollo evolutivo, crearemos una especie de monstro que es muy poco probable que mejore y logre mantener una vida estable por sí solo.
Seguramente le costará demasiado tener una relación amorosa estable o si la tiene tendrá conductas abusivas y terminará por hacer mucho daño.
Te dejo algunas de las preguntas que puedas realizar para verificar si es que estas en un nivel de desconexión emocional con tu hijo (a) que requiere de trabajo:
Si tu respuesta es NO, entonces debes empezar a leer y buscar respuestas sobre tu estilo de crianza y verificar por qué no logras conocer y saber las razones por las que tu hijo tiene estos estados de ira.
SI tu respuesta es NO, hay algo en ti que no se esta conectando con el desarrollo de tu hijo y esto no es culpa o responsabilidad de tu hijo, es tuya. Esto es así por que, al ser tu el adulto, eres el que debe llevar, construir y generar la relación con tu pequeño (a).
Si tu respuesta es NO o casi nunca es necesario que le des una vuelta a tu forma de involucrarte en la vida de tu hijo. Ya que esta parte sobre el conocer las actividades del colegio es crucial para forjar los vínculos entre padres e hijos. Si nunca logras llegar a sus academias o la presentación de un baile en el colegio y no tienes idea de cuando llevar algún material, estas completamente desconectado de su desarrollo y es necesario que empieces a cambiar tu conducta.
Ser padres es una tarea difícil, estresante, pero a la vez encantadora, hermosa y que nos genera las sensaciones emocionales y corporales más placenteras en términos de bienestar emocional. Muchos de nosotros en la edad adulta no nos damos cuenta de que cuando nos convertimos en padres, nos entregan el maravilloso poder de crear y formar a un ser humano.
Esta idea implica que, si lo hacemos bien, formaremos a una persona noble, respetuosa con su cuerpo, su mente y su bienestar, y al mismo tiempo responsable con los demás con sus relaciones afectivas y con el entorno en donde vive.
Por el otro lado, si es que lo hacemos mal, somos negligentes y estamos ausentes física y emocionalmente, estaremos creando una persona incapaz de ser empático con los demás, que probablemente pase a llevar a las personas con las que se rodea para conseguir su propio bienestar y sea completamente inconsciente del daño que provocan sus conductas.
Si tus respuestas fueron NO en todas las preguntas, entonces es muy necesario que busques ayuda profesional, debido a que es altamente probable que estés desconectado emocionalmente de tu hijo (a) y esto debe tener consecuencias en su actuar y en la auto-regulación de sus emociones.