He aquí, la idea de fuerza del presente blog, la que, se encuentra asociada a motivarte a reconocer tus roles, y cómo inciden uno frente al otro, para que, de forma gradual y consciente, puedas establecer límites dentro de los mismos, y, despliegues estrategias para generar cambios en aquello, y que, tu “subjetividad de bienestar y salud mental” mejoren paulatinamente.

Para este punto, y con el propósito de ser clara, me gustaría plantearte una situación a la cual me he enfrentado en terapia, tomando con ello, fuerza a lo que deseo reflexionar en el presente blog: imaginemos que atraviesas una crisis dentro de tu relación de pareja, la que, de por sí, implica que vivenciarás por un periodo (no corto), conflictos a nivel interno, al experimentar afectaciones de lo que piensas y sientes, tener que resolver conflictos, comunicarte de manera adecuada, etc. Según lo que hemos visto en el presente blog, la situación anterior, de por sí, afectará tú rol de madre, trabajadora, entre tus otros roles.

Mientras menos consciente te encuentres de cómo un rol afecta a otro, menos probable es que, logres delimitarlo y generes cambios en aquello. En cambio, aumentas la posibilidad de incurrir en prácticas poco convenientes (tales como, por ejemplo, responderle de manera poco asertiva a tu jefe, a raíz de haber peleado con tu pareja), y que, por añadidura, sientas culpa, arrepentimiento y/o mayor tristeza o enojo, a partir de la forma en que reaccionaste.

Para evitar lo anterior, te voy a entregar algunos consejos:

Ø  Es importante que luego de identificar cómo un rol afecta a otro, puedas delimitarlos, es decir, que puedas reconocer los espacios e instancias para poder conversar, expresar, abordar y/o negociar sobre los mismos. Por ejemplo, si estas atravesando por un conflicto a nivel de pareja, puedas conformar los lugares, espacios y formas, en las cuales, enfrentar aquello, y, no por el contrario, que tales conversaciones o resolución de conflictos, se realicen de manera espontánea o al azar, afectando tus otros roles dentro de la sociedad.

Ø  Es importante que puedas transparentar el cómo te sientes, con las personas que te rodean, de la manera más autorregulada. Es decir, supongamos que te experimentas tristeza por un conflicto que tuviste con tu pareja, es adecuado que puedas contarles a ciertas personas que te rodean (por tus otros roles, es decir, en tu rol de mamá, empleada de una empresa, compañera de tus compañeros de trabajo, amiga de tus amistades, etc.) que atraviesas por una situación que te hace experimentar tristeza. Aunque, idealmente no desde el desborde, dado que, esos espacios debiesen ser trabajados en un espacio terapéutico, y con las personas claves, que cumplan una función de escucha, apoyo y contención emocional para ti.

Ø  Justamente, esto último, es el tercer consejo que me gustaría entregarte. En tanto, la terapia es una invitación para lograr claridad sobre tus distintos roles, y como la creación de los mismos, se relacionan con la historia de vida, infancia, apegos, vínculos, etc., lo que, de por sí, es un aspecto que se trabaja en terapia.

Por lo que, la terapia es una invitación para todos y cada uno de nosotros, en tanto, cualquiera sea el rol en el que nos enfoquemos, es importante reconocer tus aspectos a mejorar, para ¡convertirte en la mejor versión de ti mismo! siendo la terapia, una instancia propicia para ello. Además de, ser un espacio para favorecer la forma en que autorregulas tus pensamientos y emociones (y, por ejemplo, tu rol de padre no se vea mayormente incidido, por conflictos que tienes dentro de tus otros roles).