El autoestima se define en la infancia como “El niño que valora sus habilidades o capacidades, en definitiva, es cómo se valora a sí mismo”. Cuando nos referimos a la valoración, esta puede ser positiva o negativa y también depender de muchos factores, no obstante, el más importante podríamos llevarlo al Apego de los padres y el Efecto Pigmalión en el hogar o institución escolar.
¿POR QUÉ ES IMPORTANTE TRABAJAR EL AUTOESTIMA EN LOS NIÑOS?
Les ayuda a aceptar los errores o equivocaciones que puedan cometer y cuando lo reconocen de una manera positiva les permite volver a intentar aquello que en primera instancia no pudo concretar satisfactoriamente. Por lo tanto, ayuda a tener un mejor desempeño en temas educacionales, sociales y familiares. Asimismo, en caso de que tuviese alguna condición diferente al resto de sus pares, puede contribuir a que posea confianza, respeto y valoración por si mismo y su circunstancia.
Primero que todo, los adultos deben tener en claro que cada niño es distinto, por lo cual no todos tendrán las mismas necesidades ni ritmos de aprendizaje o desarrollo, por lo cual es fundamental que los adultos respeten y acompañen la evolución de cada uno.
Una vez aclarado lo anterior, algunas maneras de fomentar positivamente el autoestima son:
Contribuir a que se conozca: Cuando reconocemos sus cualidades, apoyamos a que pueda valorar de una manera positiva sus habilidades y capacidades, asimismo a que acepte sus debilidades, pero si desea que pueda trabajar para fortalecer esta área.
Evitar comparar: Querer que un niño tenga el mismo ritmo, desempeño o carácter de otros de sus pares puede provocar que entremos a compararlo con alguno de sus pares, esto lo único que desencadenará, es que aquel pequeño que está siendo comparado se cuestione y trate de cambiar para agradar al resto, dejando atrás su manera auténtica de ser.
Aportarles seguridad: Cuando los adultos hacen sentir seguro, valorado, comprendido y querido a un niño, estos suelen desempeñarse de mejor manera, además de entender, saber y sentir que son valiosos con sus cualidades y debilidades.
Enseñarle sobre los fracasos:
Estos se pueden convertir en oportunidades de aprendizaje y de mejorar.
Para finalizar, es importante comprender que si un niño con la ayuda de adultos puede construir una buena autoestima de sí mismo, tendrá un buen autoconcepto en si, además de aminorar los problemas de ansiedad, autoestima y comparación con los demás en cada etapa de su desarrollo mientras va creciendo.
